No aspiraré al Concejo de Bogotá para el periodo 2024-2028, cumplí un ciclo con grandes logros que me llenan de satisfacción. No defraudaré la confianza que me dio la ciudadanía y quienes votaron por mi: siempre estaré al servicio de esta ciudad y este país.
No estoy de acuerdo con meter un sistema pesado de buses por la Séptima, mi propuesta es un tranvía, mucho más amigable y con menor impacto urbanístico. Sin embargo, destaco de este proyecto la ampliación desde la calle 183 a la 200, la intervención de espacios públicos en armonía con nuestros cerros y la mejora de intersecciones.
Creo que nuestros derechos no deberían estar sometidos a la opinión de nadie, simplemente deben garantizarse. Nuestro sistema de salud debe garantizar el acceso a las mujeres y personas gestantes que requieran este procedimiento sin estigmatización y sin barreras.
No lo quitaría, pero lo modificaría para que no sea todo el día. Acabar el pico y placa es lo que la gente quiere oír, pero la realidad es que, con las obras que se vienen, no es viable. Las acciones necesarias para desmontarlo completamente toman más de 7 años. Lo primero que haría es mantener el pico y placa solidario, volver a implementar el carro compartido y buscar la estrategia para disminuir el tiempo de restricción del pico y placa.
¿Pico y placa a las motos?
No, yo me concentraría en proteger la vida de motociclistas dados los altos índices de muertes en las vías. Es una prioridad para el próximo alcalde.
¿Restricción a parrillero para las motos?
No, es una medida populista que no resuelve ningún problema.
A todos nos duele que llevemos 80 años hablando de una línea de metro y aún no la veamos. Hoy tenemos una oportunidad para hacerlo realidad. El próximo alcalde debe comprometerse a ejecutar la primera línea del metro. El Gobierno Nacional acogió la propuesta que presenté para que la transición entre el metro elevado y el tramo subterráneo de esa primera línea se haga en la calle 24. El metro hay que sacarlo adelante.
No estoy de acuerdo. Esa ha sido mi mayor frustración política porque no pude echar para atrás esos contratos de obras duras que dejó Enrique Peñalosa y que continuaron en la administración actual.
No, armar a los ciudadanos no es la solución a los problemas de seguridad que tiene Bogotá. Creo que la gente puede involucrarse en su propia seguridad dándole herramientas en resolución de conflictos, en comunicación efectiva con las autoridades, pero no con armas.
¿Es posible ampliar el número de policías en la ciudad?
Los alcaldes o alcaldesas no tienen esa competencia, es de orden nacional. Bogotá cuenta con 17.800 Policías y somos más de 7 millones de habitantes, por eso propongo liberar a la Policía de asuntos de convivencia, como quejas de vecinos ruidosos, por ejemplo, para que se enfoquen en vigilar puntos críticos y atender problemas como los hurtos violentos.
Creo que el próximo alcalde debe priorizar este tema. La OMS advierte que los problemas de salud mental serán la primera causa de discapacidad en 2030, debemos tomar acciones preventivas, mejorar el acceso y especialmente la calidad de los servicios de salud mental en la ciudad. Además de impulsar el tema desde las instituciones educativas, debemos fortalecer estrategias como la Línea Calma y la Línea Púrpura.
Este tema es de orden nacional, sin embargo, como ciudadana estoy de acuerdo. Sin desconocer los efectos de su consumo frecuente, necesitamos avanzar hacia la regulación.